sábado, 15 de noviembre de 2008

Ruta Pompidou - Tate

Mi último día en Paris, el viernes 7, la semana pasada, me acerqué al Centro Pompidou. Tenía más idea de dar simplemente un paseo por el centro de la ciudad pero llovía y la opción más cómoda era entrar. La arquitectura del edificio, de Renzo Piano (el mismo del Museo Nemo en Amsterdam) y Richard Rogers, es tan espectacular que cualquier cosa le luce. Había dos exposiciones temporales, una sobre Futurismo, para celebrar el centenario de este movimiento en 2009, y otra de un artista muy popero que no conocía, Jacques Villeglé. Me gustaron las dos pero no me emocionaron; el futurismo no me vuelve loco por mucho artista afamado que incluya (Braque, Picabia, Léger, Malevich...) y Villeglé me gustó pero es demasiado repetitivo, hace carteles lacerados, que acaban siendo muy similares. La colección permanente del Pompidou repartida en dos pisos está fenomenal, con un poco de todo como a mi me gusta, diseño y escultura incluida. El tipo de fondos me recordó al MoMa de Nueva York.
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Ese mismo viernes volví a Madrid para deshacer maleta y hacerla de nuevo para irme el sábado a Londres. En esta ocasión era viaje de puras vacaciones. Lo organizó dvt con la idea de que coincidía con una reunión de trabajo mía. Al final no tuve reunión pero nos fuimos a Londres 4 días igualmente. Así que este lunes, el día 11, estaba en Londres visitando la Tate, también en un día lluvioso.
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El edificio de la Tate también es impresionante, una antigua central eléctrica que sobrecoge en su entrada con la sala de turbinas inmensa. Pero además ahora tienen un proyecto de ampliación a cargo de Herzog & de Meuron, el mismo estudio que proyectó y desarrolló el CaixaForum de Madrid. Para 2012 años de los Juegos Olímpicos en Londres, el nuevo edificio estará acabado, así que habrá que volver...
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En la sala de turbinas había una exposición temporal que reunía mega-esculturas que habitualmente están al aire libre, como una de Alexander Calder que hay en Chicago y en La Défense de Paris, o una araña de Louise Bourgeois, como las que hay en San Francisco o en Bilbao delante del Guggenheim. Además de la colección permanente, visitamos en la Tate, las dos temporales. Una de Rothko, que me supera porque veo su arte demasiado oscuro, demasiado para entendidos. Yo no acabo de entrar en trance con esos cuadros negro sobre negro dignos de una purita tomadura de pelo, por mucho que se trate de la "Capilla" de Rothko. La otra expo me encantó, la mejor temporal que he visto en mucho tiempo. Se trata de Cildo Meireles, un artista brasileiro. Soy ya fan permanente de este hombre. La buenísima noticia es que esta misma retrospectiva de este artista viene al MACBA de Barcelona a principios de 2009. Muy recomendable. Son una serie de salas con instalaciones que no dejan indiferente: una habitación roja dónde todos los objetos son rojos, una sala con relojes y metros (tiempo y espacio), una torre de radios, un laberinto de distintos materiales... Arte conceptual pero que cualquiera puede entender (con su explicación correspondiente, claro, jaja). No me la pierdo de nuevo en Barcelona; espero tener todavía piso allí para entonces :).